miércoles, 29 de febrero de 2012

Benditos por el Dios del fútbol ...


Todos aquellos "intentos" de escritores como yo, conocen que al momento de sentarse para escribir algo, no saben por donde empezar. Sin embargo, y en esto soy muy enfática, cuando llega la hora de hablar de fútbol sé muy bien lo que quiero decir.

Pues bien, ¿hasta que punto los ídolos son respetados? si tomamos en consideración de que son personas que sienten, podremos darnos cuenta de que el cartel de "ídolo" (o cráck, como usted prefiera) pesa bastante.

Un bautizo (como Valdivia), una bengala trucha (como el "Cóndor" Rojas), una múltiple adicción a las drogas (como Maradona), un lío de faldas (como Iván Luis Zamorano), un cabezazo en el último partido de su vida (como Zinedine Zidane) ...(podemos seguir, por ejemplo, un asesinato como el de Herrera, pero como para mí no es ídolo, no lo pongo)...

¿Hasta qué punto, entonces? Y es ahora cuando quiero -aunque me carga hacerlo- colgarme del fanatismo ciego de nuestro vecinos trasandinos. Un ídolo se respeta y, ¿por qué habría de hacerlo?. Y es que claro, un deportista debe ser integral. Un cráck dentro y fuera del campo de juego. Pero, vuelvo a preguntar ¿por qué habría de hacerlo? digo, respetar a los ídolos ciegamente.

Y es que gracias a Dios soy una hincha con mucha memoria. Guardo hermosos recuerdos y soy agradecida. Agradecida de lo que el fútbol me ha regalado. Pero mucho más aún, agradecida de todos aquellos que alguna vez me entregaron alegrías. Eso hace un cráck del balompié. Te hace reír, te hace mirarlo y saber que no puede ser real que un ser humano con dos pies haga esas maravillas con la pelota. Un ser que es bendito por el Dios del fútbol...agarra la pelota y no la suelta. Te hace ver estrellas - esas muy parecidas a las que ves cuando estás enamorado-.

Un ídolo del fútbol tiene y merece respeto. Yo, señoras y señores, les perdono todo. Pero con una condición: que dejen el corazón en la cancha, que me hagan delirar de emoción, de lo contrario, de ídolo pasa a ser un simple pelotudo que alguna vez, jugó a hacer "cositas" con la redonda.

El deporte rey, amigos míos, es muy generoso. Es generoso porque sabe que es lo único en la vida que nunca dejaremos de amar ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Comenta aquí con respeto! Gracias. ah! No me gustan los anónimos y ¿a tí?... es mi blog, así que deje su nombre.