Es lo que hay

Hace ya varios días que una interrogante llega a mi cabeza. Claro, una pregunta sobre algo relacionado al fútbol. Y es que me intriga la poca cantidad de hinchas que asisten a los estadios a alentar a sus equipos. Dejando fuera, claramente, a los tres equipos "grandes". Clubes como Palestino, Santiago Morning, Ñublense, Unión San Felipe, son incapaces de llenar estadios. Ahora bien, ¿Cuál es la verdadera razón de esta problemática?. Pues bien, intentaré buscar la respuesta. Ojo, sólo intentaré.

En mis manos tengo el libro "Anuario del fútbol chileno". Así como cualquier anuario de fin de año escolar, este libro posee la historia de cada uno de los clubes nacionales. Desde sus inicios, los jugadores destacados, mejores campañas, entre otras cosas, son destacadas en cada página. Una verdadera joyita.

Uso este libro para buscar la tan anhelada respuesta a la primera interrogante.

Revisando la historia de Audax Italiano y Unión Española, puedo decir con total libertad que todo tiempo anterior, fue mejor para ellos. Donde las colonias italianas y españolas, respectivamente, estaban a cargo de la administración de cada club. Era una herencia alentar a sus equipos por generaciones. Sin duda alguna, dos colonias poderosas que buscaban invertir en un proyecto futbolístico. Todos los españoles y todos los italianos residentes en nuestro país, asistían cada domingo al estadio. Una verdadera pasión era desatada en cada rincón. Y a la vez, es aquí en donde nace la eterna rivalidad entre "Los Tanos" y "La furia Roja". Que en aquellos tiempos, a diferencia de ahora, era una lucha de poder económico más que otra cosa.

¿Qué pasó con aquellas masas que asistían al estadio?. Españoles e italianos fueron dejando nuestro país, o bien, se casaban con mujeres chilenas. De esta manera, las colonias comenzaron a expandirse y ya sólo quedaba el nombre de cada club. Con el pasar del tiempo, estos clubes dejaron de ser poderosos y en la actualidad, sus hinchas están reducidos a lo que fueron en algún tiempo. El claro dominio extranjero puedo enrriquecer y fomentar el crecimiento de los equipos. Cabe destacar que apesar de que sus barras no son tan abundantes, sí aparecen en momentos decisivos, o bien, partidos internacionales como la Copa Libertadores de América. Bien o mal, juzgue usted mismo.

Otro problema es que nuestro país posee demasiados clubes a nivel nacional. Acá en Chile, y a diferencia de Argentina, no es tan común que la gente de regiones apoye a sus equipos locales. La atracción de los clubes "grandes" consume a la mayoría de los hinchas. Claro que hay excepciones, como Santiago Wanderers o Cobreloa, que son capaces de repletar estadios. Además, claro está que nuestro país no es muy futbolístico que digamos. Hace poco, y gracias a el último mundial de fútbol, el interés por ser potencia futbolística ha aumentado.

¿Solución? Fusionar equipos locales. ¿Problema? cada club, por más pequeño que sea posee su propia historia. Momentos memorables son vividos por, aunque sea, una mínima cantidad de hinchas. Por lo tanto, esto no sería posible. Otra solución para llenar estadios podría ser bajar el monto de las entradas, o tener iniciativas como que las mujeres entren gratis. O que dos personas entren con una entrada. Aunque, en países como el nuestro donde todo se debe transformar en negocio, esto no es rentable. El fútbol ya no es diversión, es lucro.

Las comparaciones nunca son buenas, pero me veo en la obligación de hacerlo. Los quiero llevar al "clásico Rosarino". Disputa que se juega entre Newells´s old boy y Rosario Central. Verás como los estadios son repletos, y nisiquiera es un clásico regional. Cientos de personas asisten al estadio, donde la única gracia es salir vencedores. Otro ejemplo es Independiente, su eterno rival un grande del fútbol argentino "Boca". Los "diablos Rojos" llenan sin problema un estadio. Y así podríamos estar toda una tarde. Lástima que en nuestro país, falten varios años para que esto suceda.

Finalmente, debo hacer una mención especial a cada hincha de corazón de equipos "chicos" de nuestro país. Porque, a decir verdad, ahí se encuentran los verdaderos amantes del fútbol. Alejados de toda popularidad y en las buenas, en las malas y en las muy malas. Bueno, al parecer, no existe solución concreta para este problema. Como dirían por ahí: Es lo que hay.