¡Ya, ya, ya! Basta de tanta sutileza en este blog. Enfoquémonos en lo que realmente importa.
¡Por eso no puedo vivir sin fútbol! ¡Qué locura más grande!.
Siempre me he cuestionado, en qué momento de mi vida, el bichito del balón pie llegó a mí. Prácticamente, nací en una familia futbolera. Todos albos por lo demás (dato no menor). Crecí viendo a mi viejo, los domingos, tomando su bolso y sus guantes. Mi madre, por su parte, lavando el equipo y limpiando los zapatos. Mi hermano hacía lo suyo, siempre con una pelota bajo el brazo, dispuesto a pegarle un chute cada vez que fuera necesario. Y yo, miraba las muñecas y las barbies pensando: "¿Por qué me gusta tanto la pelotita, si soy mujer". Siempre he pensando, que si existe alguna vida pasada, fui o una de dos: Hombre o futbolista. Cobijadas por mi billetera, se encuentran cada una de las entradas al estadio ¡Bendito estadio! Todavía recuerdo cuando fue la primera vez que visité el glorioso Monumental. Fue el 11-01-2003, para la despedida del "Barti". ¿Qué es lo que hacía yo?. - ¡Papá cómprame una bebida!, ¡Jair vamos al baño!. (Jair es mi hermano, su nombre se lo debe a lo fanatincha de mi padre, "Jairzinho" jugador de Brasil). Y esa vez, fue mi primer acercamiento hacia lo que hoy, ocupa gran parte de mi vida. 13 años, sí, a los 13 años comenzó mi amor. Comenzó mi romance con el fútbol. ¡Quién dijo que las mujeres no podemos sentir pasión por este deporte tan lindo!.
Es algo que se siente, que nadie te enseña. Sin exagerar, yo no sé que sería de mi vida sin aquella figura redonda. Y es que mi familia tiene gran culpa, pero las virtudes del fútbol me engatuzaron, me atrajeron, me seducieron. Para mí, el mejor pasatiempo es ir al estadio, es ver al equipo de mis amores, a mi gran amor. Sólo Dios sabe porqué no fui hombre, pero pucha que hubiese sido feliz siéndolo.
Aún así, soy feliz, me siento plena. Adoro los perfumes, las pinturas y esas cosas que sólo las mujeres entendemos.
¡Bah!, me queda mucho por contar de mi historia con el fútbol... ésta es sólo una pincelada ...
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