viernes, 22 de mayo de 2009

Las mejores Alas


Alguna vez leí por ahí a un filósofo griego que decía que debemos soñar con cosas sencillas, para después soñar en grande. Y ciertamente tiene razón.

Muchas veces me ha dado por soñar demasiado en grande. Quizás, debo ser más paciente, todo tiene su tiempo, su hora y su lugar.
Y es que lo único gratis en ésta vida es soñar y me permito la licencia para hacerlo sin pudor ni límites de tiempo ni espacio. Quizás, aveces sueño tantas cosas, tengo tantos proyectos que me olvido de lo actual, de lo real.

Me siento a escribir mi libro y me abrigo en un mundo irreal, sueño, vuelo por un mundo imaginario, pero que me hace feliz.

Una vez una persona le preguntó a un joven:

- ¿Cuál es tu mayor sueño en la vida?
y él le respondió:
- Mi sueño es tener una familia que me quiera.
La misma persona le preguntó a un inválido:

- ¿Cuál es tu sueño?
y éste dijo:
- Es retroceder el tiempo y tener mis dos piernas de nuevo.

Distintas realidades, distintos mundos, diversas formas de ver la vida, etc. Pero en algo si somos iguales, nos permitimos soñar y pensar cosas que quizás nunca van a ser posibles, o quizás sí (¡quién sabe!). Y es que esa capacidad humana es perfecta, a quién no le gusta sentarse y decir: A mi me gustaría tener...o Algún día quiero ... en fin.


Dios nos hizo tan perfectos que aunque no nos dió alas, nos dió esperanza y fe, los cuales nos hacen volar más alto que un águila.
Y derrepente sería bueno detenerse y pensar: "Tal vez no tengo todo lo que quiero, pero soy feliz" y eso es precisamente lo que pienso ahora. Soy feliz, y que más dá. Soy feliz, soñadora, paciente, carente de cosas, sobrante de otras, pero por sobre todo ...
SOY FELIZ.

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