
Me pregunto ¿Quién es más pobre? Aquel que no tiene un peso en su bolsillo, o aquel pobre, pero de alma.
Está claro, no hay nadie más pobre que aquel que sólo tiene dinero. La gente rica debe envidiar eso de los menos afortunados - no me interesa llamarles pobres -. La riqueza de alma, es la que más cuesta tener y conservar. Las vueltas de la vida. Sí, eso les puede cambiar el destino a muchos. Pero nunca cambiarán el alma, el corazón.
Dentro de los lujosos autos y de las inmensas mansiones, no cabe el corazón. Qué pena por aquellos que pasan su vida intentando ser ricos. Se alegran por un par de billetes. Esos, aquellos, son los de la riqueza pobre. Los del alma gastada y sin alimento. Prefiero no tener un peso, pero tener mi alma rica, llena de aquel tan hermoso sentir. Todas las cosas se compran, se venden y hasta se regalan. Menos el alma. Con ello se nace. ¡Se nace!.
¿Son más pobres los que recogen un pan tirado? o ¿los que ganan su fortuna a costa del resto?.
Son los hombres de gran fortuna quienes limosnan, a los menos afortunados, un poco de corazón, un pedacito de vida.
"Si has sido alguna vez pobre de verdad, seguirás siéndolo en lo íntimo de tu corazón durante el resto de tu vida". (¡¿Necesita explicación?!
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